LLEGÓ LA COSECHA

Hacia mucho tiempo, desde que la vieja SIATA quedó parada entre humo y quejidos, que juntos no hollaban ningún camino; que el uno no buscaba la inservible emoción de las cosas, que el otro no apabullaba con su demoledora lógica. En definitiva, que hacia hucho tiempo que Pasavemira y Olipem, no salían juntos a recorrer ningún camino.




Los campos comenzaban a amarillear dando muestra de que pronto las espigas estarian bien granadas y listas para la siega...
Pasavemira, comenzó a tararear una cancioncilla:


"Por fin llegó la cosecha
llegó la cosecha, hermano
que ya parieron sus frutos 
regadíos y secanos"

 Hoy en día los agricultores solo están pendientes de la PAC, y de que la subvención de la UE, les alcance para  el leasing de su Johon Deere... fue la tajante sentencia de Olipem.Mientras el rostro de pasavemira se nubló, un poco por la tristeza que le produjo la cierta afirmación de Olipem, y un mucho por las nubes que a ratos tapaban el sol.



En silencio los dos continuaron caminando por un camino pardo, cicatriz  en el cuero de la Vieja Castilla, un espacio que a ese que escribe, hace muchos años le pareció la más fiel alegoría de la libertad, y hoy no más cosa que los barrotes de una cárcel.



Las fotografías de esta entrada pertenecen a la serie "Campos" y han sido  tomadas y editadas a lo largo de la primavera de 2019.



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