DIARIO DE TAL Y QUE SE YO...



A ese que escribe mal y aun así lo sigue haciendo, le gusta pasear las ciudades  en las tardes de otoño. Ayer, en su paseo,  se cruzó con dos jovencitas que de la mano, muy acarameladas la una en la otra, caminaban delante de él; cosa, que que a ese que escribe mal, le da exactamente lo mismo. Lo único realmente le importa a el es que el personal se quiera y lo demuestre. Las pollitas al darse cuenta de su indiferencia, y quizás, por que el es casi un cincuentón con pinta de clásico, comenzaron a exagerar y a impostar sus románticos gestos; cosa que a él, si que puede llegar a sacarle de sus casillas, pensando como tantas veces ha hecho: "Si esto es lo más transgresor que sois capaces de hacer, mi sitio está en el mismo geriátrico donde descansa Led Zeppelin". 
Finalizado el paseo, como casi siempre hace, ese que escribe mal y aun así sigue escribiendo, se sentó en una terraza a degustar el final de la tarde y un vino. Curiosa casualidad, fue encontrarse con las mismas pollitas que en la mesa de al lado  se hacían confidencias la una a la otra. Si es que Xuan no hace más que mirarme el móvil -decía una casi llorando -Ya sabes que Xuan  es un poquito celoso -contestó la otra pollita. Y ese que escribe mal, en ese momento si que se quedó totalmente turbado.

Una Rosa...

     

DIARIO DE TAL Y QUE SE YO...



Está lloviendo, y ese que escribe mal, y aun así sigue escribiendo; está contemplando la lluvia a través de los cristales del cuarto donde vive. De  fondo, escucha un viejo disco de Victor Jara... El ha cogido la manía de identificar momentos, olores y músicas, con personas; así ahora, mientras escucha el "Derecho a vivir en paz", se está acordando de cuando iba al colegio, Blas de Otero, PRECIOSO NOMBRE PARA UN COLEGIO, y compartió aula con un niño chileno; de los juegos en el patio, como del nombre de aquel niño, no consigue acordarse, si con toda nitidez  de la frase de aquel pésimo educador, del que no recuerda nada más que sus gafas de pasta  y su bigote, que al niño chileno le dijo entre risas: "Tú hasta que no se marche pinochet (1) no te piensas ir" Ese que escribe mal y aun asi lo sigue haciendo, siendo un niño de 10 años , como el niño chileno, quedó turbado, durante toda aquella semana, deseando que llegara el sábado para ir a casa de sus tíos abuelos y contarle lo sucedido a su tío abuelo, uno de aquellos viejos socialistas, que en nombre de la libertad sufrió trinchera y cárcel. Cuando el sábado llego a la casa de su tío abuelo, este ya no estaba en condiciones de responder... 

Una Rosa...


(1).- Ningún tirano asesino, merece que su nombre  se escriba en mayúsculas como Dios manda....

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Hace mucho tiempo, concretamente en febrero de 2003, ese que escribe mal y aun así sigue escribiendo, sufrió una recaída en su estado de salud; para recuperarse, entonces vivía en Cercedilla, el amigo todas las mañanas se iba a arrastrar los pies (al principio, lo de arrastrar los pies, era literal) por la Senda de la República. Al terminar la caminata en la Fuente del III reten coincidia con una mujer  unos seis años mayor que el, con una chavala de veinte y pocos años, que preparaba unas oposiciones, y ese paseo diario era el único relax diario que se permitía, y con un cura, convaleciente de una hepatitis.  Durante veinte minutos, quizas porque el lugar, bucólico como pocos ha conocido ese, invitaba ha hacerlo, los cuatro desconocidos, entablaban una improvisada y amena tertulia. Un día, que del cielo calló lo que nunca estuvo escrito, a los cuatro no les quedó otra que refugiarse debajo de un improvisado chamizo, y el uno, a la otra, y otra a otro se fueron intercambiando teléfonos con cobertura con los que avisar del retraso. Una vez calmados y tranquilizados los propios, el cura comenzó la tertulia, hablando de solidaridad; ese que escribe mal,  y aun así lo sigue haciendo, no tardó en entrar al trapo, de un tema que no le era extraño, planteando una peculiar teoría, que quizas por lo diferente y estrafalaria, era su favorita:  UN ACUERDO, UNA CANCIÓN, UNA ORACIÓN,  UN GESTO DE EMPATÍA CON EL SUFRE, PUEDE LLEGAR A SER TAN EFECTIVO, COMO EL TRABAJO ABNEGADO DE MUCHOS... No todos comprendieron aquel planteamiento, pero los cuatro quedaron pensativos viendo caer la lluvia sobre aquellos parajes...

Una Rosa...