DIARIO DE TAL Y QUE SE YO... VII




Hace mucho tiempo, cuando aun faltaban cinco años para que acabara  el siglo XX, me ví con un mono blanco un casco de obrero y una cantimplora; en seguida el agente forestal,  me dio una vara larga de aluminio que terminaba en una especie de lengüeta de goma negra, y me dijo: ¡Pegate a estos y haz lo que veas!.  He tenido muchas experiencias intensas en mi vida, pero jamas he pasado tanto miedo, he sacado tanto coraje, y, por que no, jamas me la he jugado tanto como aquella tarde en un monte en llamas...
No soy un ecologista militante, o quizas si lo sea; no lo se. Lo que si tengo muy claro, es que el suelo que pisa cada cual es el bien más sagrado que tiene la humanidad; y que es la médula de cada nación, de Cada Comunidad Humana. 
Cuando el fuego esté extinto, la tierra haya comenzado a enfriarse, y las avispas, comiencen a colonizar el paraje, como siempre trataré de comprar miel de los bosques del lugar quemado; quizas, no sea más cosa que un gesto, pero será la forma que este "pasavemira" tendrá, de sentirse más cerca de todos aquellos que han vivido del bosque, y con el bosque han perdido un buen trozo de sus vidas.

Una Rosa...


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