GUARDIA EN LOS JARDINES DE PALACIO

(A Julio y Fernando Vázquez, anhelando que hubiesen vivido este momento que vive España...)  



Pasavemira estaba sentado, ya cómodamente, esperando que el tren echase a andar. Aunque él nunca lo dice, el momento en el  ha terminado de acoplarse a su plaza en trenes, autobuses, aviones y cualquier medio de transporte, es su momento, el momento más placentero de cualquiera sus viajes; momento que Olipem aprovechó para romper el silencio y la concentración. Toma, lee esto -Dijo Olipem dándole un sobre sepia, en papel viejo, verjurado. ¿Que es? -preguntó Pasavemira Tu lee - Le contestó Olipem,  Pasavemira abrió el sobre con parsimonia,  y se puso a leer:




El relente cada vez es más frío, cada vez es más húmedo. Tengo los píes como el mármol, a pesar de los tres pares de calcetines. ¡Joder, que frío! A María no le gusta que haga estás guardias: "Con el aíre que se cuela desde la Sierra y la humedad del río, vas a coger otra pulmonía." El disgusto que le hacía falta a madre, me dice siempre. Lo que realmente la preocupa, como cuando toca la Modelo, es que me pueda pasar algo. ¿Y que me va pasar? ¿Qué un seminarista decida con un paco acabar con el rey? ¡No caerá esa breva!  Madrid comienza a cubrirse de azul, ese azul tan de Madrid, que preconiza finales y principios. Anuncia tambien  el final de esta guardia y el principio de mi día. Eso sucederá cuando el morado comience a fundirse con el amarillo, y el sol, teñido de rojo, amenace con brillar un día más.

Tengo frío en el pecho, y eso que entre la camisa esta, y la camiseta de franela, llevo bien envuelto un ejemplar de El Socialista. A mi hermana la digo con guasa cuando me previene de que me lo esconda bien: si es un periódico golfo, pero no maurista. Soldado de cuota y socialista ¿y eso como se come? Tu has podido. Mejor cuidando la cárcel, o pasando frío en Palacio; que en Marruecos evitando los pacos o construyendo blocados. –Dice siempre Vicente el cortador,  mientras me deja el ros en perfecto estado. Además tienes suerte que no te haya tocado en caballería. Hubieses tenido que comprar hasta el caballo –termina siempre socarrón. ¡Para caballos están las cosas en casa! ¡Que país más injusto! ¿Tendrá futuro? De momento mi futuro pasa pasado mañana por una marcha hasta campamento. Un par de alpargatas y un mes con heridas en los píes. ¿ Será ese el futuro de España? ¿Marchar en alpargatas?                   Sinceramente creo que no.


  

Pasavemira con gesto mitad de satisfacción, mitad de orgullo dobló el papel y lo metió con gran delicadeza en el sobre justo cuando el tren arrancó.


 Todas las fotografías de esta entrada, pertenecen a la serie: “Jardines de Palacio” y han sido realizadas en la primavera de 2015








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